Albafica de Piscis

"He vivido en soledad debido a mi sangre envenenada así es como ha sido toda mi vida y el que tú me llames hermoso me molesta demasiado, ¡Cómo te atreves a llamarme hermoso? ! Es un insulto para mí, juro que te vas arrepentir el resto de tu vida."

Albafica de Piscis, es el Santo anto de oro del siglo XVIII. Probablemente el más solitario de los 12 santos dorados del Santuario, ya que su sangre posee el veneno suficiente para matar a cualquier ser vivo, por lo que evita cualquier tipo de contacto humano, lo que hace imposible tener una relación con las demás personas. 

Es callado y muy reservado.

Procura evitar las relaciones afectuosas. En ocasiones pareciera ser frío pero en realidad sólo protege al resto de sí mismo aislándose en profunda soledad. Posee un gran amor hacia la humanidad, como lo muestra con las personas que habitan en la aldea más cercana al santuario, “Rodorio”. 

Es alguien bastante inteligente, y planifica sus sus técnicas y ataques.

Rara vez se le veía conviviendo con los demás caballeros del santuario.

Odia que las personas resalten su belleza, como otros santos de la constelación de Piscis, Albafica es el más hermoso de su Generación.

"Mis bellas rosas son una invitación a la muerte"

Técnicas especiales de Albafica:

Rosas Diabolicas Reales/ 

 Royal Demon Roses: Daña y reduce los sentidos con su adorable fragancia, que en pequeñas proporciones adormecerá y matara a su victima lentamente, provocando debilitamiento y desgaste cósmico en su victima si tan solo aspira el perfume, pero si experimenta su mordedura en forma de proyectiles el veneno de la rosa infectara la sangre del enemigo y este estará directamente contaminado sufriendo los percances del envenenamiento y la perdida de sus cinco sentidos de forma extremadamente rápida.

Particularidad: (1) Albafica puede sembrar un campo de rosas rojas sin ningún problema, invocadas solo por la presencia de su cosmoenergia, se utiliza especialmente para bloquear senderos y construir mortales trampas sin retorno.

 (2) También Albafica utiliza su Shield of Demonic Rose: Sirviendo de escudo y defensa, crea una especie de neblina roja y densa, sumamente espesa capaz de cubrir un lugar entero, haciendo posible que Albafica desarrolle ilusiones de si mismo para escapar de ataques o engañar a su adversario camuflando su posición.

Rosas Piraña/Piranhian Roses: La rosa negra, aquella que destruye todo a su paso, cuyas espinas y petalos son tan filosos como un diamante, no contienen ningún veneno en especial, ya que sirven para la destrucción pues devoran todo lo que tocan. Su poder es tal que devora armaduras haciéndolas añicos, como se ve con la armadura mejorada de Shun en las 12 casas.

Particularidad: Tiene una resistencia sobrenatural, impresionante, logro como un escudo detener la onda trueno de Andrómeda en la saga de las 12 casas.

Particularidad: Esta rosa demostró perforar hasta las resistentes armaduras doradas, también Albafica puede disparar no solo una sino toda una lluvia de estas si así lo requiere. Además un aspecto importante es que Albafica puede controlar la dirección de su rosa, así lo demuestra en su lucha vs los espectros a las ordenes de Minos que son alcanzados por las rosas y mueren a una gran distancia del caballero dorado.

Espinas Carmesí - Crimson Thorn: Con su sangre envenenada Albafica puede elevando su cosmos expulsa la sangre que brota de sus heridas a manera de ráfaga capaz de atravesar al enemigo y contaminarlo mortalmente, pues la sangre de los Piscis es una toxina que una vez corriendo en el torrente sanguíneo del oponente lo matara al instante.

Habilidad: Inmunidad a cualquier tipo de veneno, Sangre envenenada, facilidad de invocar raíces de rosales a su voluntad.

Rosa Sangrienta - Bloody Rose: Técnica final, la rosa blanca, la cual una vez impulsada por Albafica vuela hacia su enemigo y a de clavarse en su corazón llevándolo a la muerte, tiene la habilidad de nunca fallar en su objetivo, independientemente de las circunstancias como si tuviera vida propia. Una vez alcanzado el cometido la rosa blanca absorberá la sangre del oponente hasta tornarse roja, totalmente ensangrentada, lo que provocara la muerte sin remedio del rival.